Agosto 2020
Zorba el griego: vida y andanzas de Alexis Zorba (1946) es una novela del escritor griego Nikos Kazantzakis que trata de la compleja relación entre un joven escritor y el indomable Zorba en la isla de Creta (Grecia). Ambientada en el periodo de entreguerras, Kazantzakis narra la historia (ficcionada) de un minero y compañero de trabajo que tuvo llamado Zorba, del que salió este monumental libro. El argumento es el siguiente: el “ratón de biblioteca” -llamado “patrón” por Zorba- no está inspirado y se encuentra en una crisis existencial, por lo que decide ir a explotar unos terrenos heredados en los confines de la Grecia rural y conservadora. En el camino conoce al personaje del viejo Zorba, que se convierte en su trabajador jefe, encargado de lidiar con los obreros cretenses, pero que a la vez es su padre espiritual, su gurú, su motor para cambiar su vida.
Así pues, más allá de los acontecimientos que ocurren en Creta, en los que destaca la señora Hortense -una viuda francesa dueña del único hotel de pueblo- la novela se basa en una conversación entre el joven escritor y Zorba. El primero encarna la razón y la erudición; el segundo la pasión y la experiencia. A lo largo del libro el joven va aprendiendo y admirando a Zorba en el placer de vivir, a la vez que sigue preguntándose sobre su existencia y tanteando con el budismo y la religión cristiana. Pese a su erudición, es incapaz de contradecir a Zorba, el cual le da todo tipo de consejos y enseñanzas de la vida basada en sus andanzas y en su peculiar manera de ver la vida. Zorba es una teoría propia del vivir; “Zorba lo ve todo, día tras día, por primera vez (…) No hablaba; sentía, escuchando a Zorba, que el mundo recuperaba su virginidad”, dice Kazantzakis.
El gran aprendizaje del libro, que me ha llenado de regocijo, es la fuerza por existir que representa Alexis Zorba. Es un maestro de las artes de la vida, un hombre que lo ha vivido todo: estuvo en la guerra, mató a gente, perdió hijos y tuvo todo tipo de vicisitudes; pero a la vez su vida fue un cuento, marcada por una serie de aventuras y vagabundeos que le han convertido en un humano-animal, errante, currante, bebedor de vino, artista, bailarín y amante obseso de las mujeres a las que él llama “género femenino”. Zorba está loco y bendice la locura. Dice: “Tú, patrón, tienes un cordón largo, vas y vienes, crees que eres libre; pero no cortas el cordón. Y si no cortas el cordón… (…) Difícil, patrón, muy difícil. Para eso se necesita locura; locura, ¿oyes? ¡El todo por el todo!”. Zorba también se caga en dios y alaba al diablo, pero reza; su voluntad puede con todo, nadie le puede frenar; ama a las mujeres pero las desprecia, las conquista como trofeos, y en especial a las viudas mayores.
Zorba el griego es una perfecta novela veraniega, perfecta para leer en un ambiente mediterráneo, sosegado y festivo a la vez. En ella se tratan temas como la religión, el amor, la vida, la muerte, la inspiración…. Y sin duda alguna la convierto en una de mis novelas preferidas, que fue llevada al cine y protagonizada por Anthony Quinn.