Artes marciales, entre Oriente y occidente

Conocemos “arte marcial” y “deporte de contacto”. Normalmente se entiende a “arte marcial” bajo una perspectiva más folklórica, relacionada con las tradicionales ancestrales y su espiritualismo.

Por otra parte, “deporte de contacto” se entiende como una versión más contemporánea de las artes marciales, una adaptación a un contexto más competitivo, más físico y más eficiente, pero con menos espiritualidad y filosofía. Es como si se hubiese pasado de “arte marcial” a “deportes de contacto”.

El mundo se ha secularizado (o al menos Occidente, donde han proliferado más los “deportes de contacto”) y la globalización está cada vez más presente, por lo que la búsqueda de las artes más eficientes y las mejores técnicas es cada vez más notoria.

El debate vuelve entonces a la -falsa- división entre Occidente y Oriente. Los “deportes de contacto” se han desarrollado más en Occidente o en torno a él, principalmente en Estados Unidos, Japón, Europa Occidental y Brasil.

De ahí el nacimiento de las MMA (Artes Marciales Mixtas), que busca el “arte marcial” más eficiente, dotándote de conocimientos tanto en Striking como en Grappling, los dos principales estilos de “lucha” que hay. Simplificando: o golpeas o tiras al suelo y sometes. Esas dos maneras tienes para derrotar a tu rival.

La UFC, la principal liga de MMA del mundo hoy en día, es de hecho una invención muy moderna. Sus orígenes se datan en 1993, cuando los aristocráticos Gracie (la familia creadora y encargada de expandir al Jiu Jitsu Brasileño) decidieron organizar un evento para conocer a la mejor “arte marcial”.

Llamaron a ocho luchadores de diferentes disciplinas como Karate, Boxeo y Pankration y realizaron una eliminatoria. El ganador fue Royce Gracie que, pesando solamente 80 kilos, utilizó el Jiu Jitsu Brasileño y venció a sus oponentes, algunos de ellos sobrepasándole 40 kilos. A partir de allí, la UFC se ha convertido en la principal liga de artes marciales mixtas. Otros “deportes de contacto” como el Vale Tudo, que llevaban desarrollándose en Brasil desde los años 20, ayudaron a configurar esta idea de encontrar el “mejor arte marcial”.

Lo cierto es que muchas “artes marciales” o “deportes de contacto” son subdivisiones de otras más antiguas y ancestrales.Como el gráfico muestra, el Boxeo nació en el 600 A.C en Grecia, aunque puede que existiera entre el Tigris y el Éufrates hace más de 5000 años.

El Pankration, el antiguo predecesor de las MMA ya que combinaba golpeos con agarres, nació también en la antigua Grecia. El Muay Thai tiene más de 400 años y el Karate, pese a la mística y el marcialismo que le rodea, tiene tan solo dos cientos años.

Prácticamente todo país tiene un arte marcial histórica, y muchas de ellas son un estilo de lucha. Lo que conocemos como Lucha libre o Wrestling existe en casi todos los países del mundo, con unas técnicas y una espiritualidad diferente.

El Laamb (lucha senegalesa) tiene muchos componentes animistas africanos; el Yağlı güreş (la lucha turca) se practica cubierto de aceite; la lucha canaria seguramente la practicaban los guanches, los antiguos pobladores de las Islas Canarias; la Chidaoba (la lucha georgiana), se baila música tradicional del país tras la pelea. Hay miles de luchas a lo largo del mundo.

¿Cuál es el mejor arte marcial? se pregunta mucha gente… pero no la hay. Hay diferentes estilos, diferentes maneras de interpretarlas y diferentes luchadores. Lo que está claro es que forman parte de las culturas de los diferentes pueblos de este mundo, y que siguen haciéndose más complejas y abiertas.

Jiu Jitsu por el mundo

Se acercaba el verano y me iba a los Balcanes de viaje, por lo que contacté con algunos gimnasios de los países que iba a ir.

Pregunte al club Kimura BJJ en Sarajevo y me recibieron, de nuevo, con los brazos abiertos. Me prestaron un kimono que desafortunadamente se acabó rompiendo.

El gimnasio estaba metido en una pequeña sala en el Pavellón Olímpico Juan Antonio Samaranch. Era un lugar que había sido bombardeado en la guerra de Bosnia.

El entreno fue genial y tuve bonitas conversaciones con la gente. No estaba en la mejor forma física pero pasé unos grandes momentos entrenando con los bosnios, a los cuales aun sigo por redes sociales. 

En Sarajevo.

También coincidí con el cinturón negro de allí, que estaba de vacaciones en su país. Era un bosnio que tenía una academia en Rotterdam y que parecía que le iban bien los negocios. 

Al acabar el viaje de los Balcanes me mudé a Escocia a vivir por un año. Busqué alojamiento cercano al gimnasio que quería ir, llamado Rick Young. 

La segunda semana ya estaba entrenando con la gente de allí. Era una de mis prioridades en Escocia.

Estuve prácticamente un año entrenando en el gimnasio de Rick. Competí e hice grandes amigos, al igual que el deporte me ayudó a aguantar el duro invierno escocés.

Jiu Jitsu internacional: varios países concentrados en la misma foto.

El nivel en el gimnasio era elevado. Al venir de un gimnasio pequeño, en el cual destacar es más fácil, me encontraba en uno grande, con muchos cinturones azules y morados con un buen nivel.

El Jiu Jitsu en Escocia era un método de integración y una vía de escape. Hubo momentos en los que me encontré muy estancado, otros en los que avancé y aprendí otro estilo de lucha, diferente al mío. Tuve la suerte de aprender más Grappling y llaves de pierna.

Principalmente luchaba contra polacos, escoceses y latinos. Los polacos eran grandullones y duros, y nunca se rendían.

Recuerdo un día que entrené con una camiseta Guiness del trabajo (era la única limpia que tenía), y Rick me llamó la atención porque promovía el consumo de alcohol.

Competí en Glasgow en Junio, y fue una de las mejores experiencias en Escocia, a la vez que unos grandes combates.

Combates en Glasgow.

Descubriendo el Jiu Jitsu Brasileño

Ese verano lo dediqué a pensar qué deporte practicaría el curso que viene. 

Había varias ofertas encima de la mesa, hasta que tomé la decisión de apuntarme a Jiu Jitu Brasileño.

Justo al empezar me vi un documental sobre Royce Gracie, un luchador legendario de Jiu Jitsu que ganó las primeras ediciones de la UFC (Ultimate Fight Championship), hoy en día la liga más prestigiosa de artes marciales mixtas. 

En esos andares el Jiu Jitsu Brasileño quería presentarse como el arte marcial más poderoso, capaz de vencer a todas las demás.

Ya anteriormente el fundador del arte Helio Gracie había retado internacionalmente a los mejores judokas del mundo. Derrotó al mejor alumno de Masahiko Kimura, un legendario judoka japonés.

Luego de eso, Kimura y Helio Gracie se enfrentaron en el estadio Maracaná el 1951. Kimura superaba en peso y fuerza a Helio, pero el combate estuvo muy igualado, hasta que Kimura finalizó a Helio con un Ude-garami, una llave que desde allí se llama Kimura. 

Kimura y Gracie, vía MMA.uno.

La historia del Jiu Jitsu era fascinante y atractiva. Una familia aristocrática había conseguido poner su arte marcial en el foco mediático.

Royce Gracie venció a oponentes mucho más grandes que él utilizando este arte, que se basaba en utilizar el peso del otro para vencer. 

https://www.youtube.com/watch?v=_Rs1x9AAxA0
Leyenda del arte marcial.

El Jiu Jitsu Brasileño es en esencia un arte de grappling con kimono, en el que el objetivo es finalizar a tu oponente mediante llaves o estrangulaciones. No permite el golpeo.

Resumidamente sería una especie de Judo pero enfocado en el suelo. 

Al final me apunté a un gimnasio donde iba un amigo de mi novia por aquel entonces. Ella se apuntó a Jiu Jitsu Japonés.

Los inicios fueron duros. Creía que al venir de Karate estaría con una pequeña ventaja, pero el primer día ya me di cuenta de que no tenía nada que ver. 

Los dos primeros meses los recuerdos con sufrimiento y constantes dolores de cuello y bíceps. Utilizaba el ventolín para intentar aguantar los cinco minutos de combate.

Desde el primer día ya luchabas contra gente que te sobrepasaba como un camión.

En Jiu Jitsu Brasileño el reto uno contra uno es constante, independientemente el nivel que tengas. Desde el primer día ya lucharás contra gente mucho más buena que tú, que te ayudará a mejorar mientras te somete. 

Al cabo de unos 8 meses de entreno me encontraba compitiendo. Perdí 5-0 pero estuve relativamente contento con mi rendimiento. 

Mi primera competición.

Definitivamente el deporte me había enganchado y asistía a clases unas tres veces por semana. Supongo que la complicación del arte y lo divertido que resulta hicieron que siguiera.

Al cabo del año y medio de entreno, en junio de 2016, recibía mi cinturón azul. 

Un bonito momento.

Poco a poco iba desarrollando mi estilo propio. 

Mi flexibilidad había aumentado notoriamente. Los dolores eran menos constantes, aunque siempre había alguna molestia debido a la dureza del deporte.