El conflicto en Irlanda del Norte, The Troubles

Abril 2018

A partir de los años setenta, el Reino Unido comenzó un proceso de desindustrialización. Su economía, epicentro histórico del mundo obrero, se fue transformando de manera forzosa  hacia una cultura financiera y turística. Muchas son las urbes del país que han tenido que reconvertirse para construir un futuro postindustrial. 

En ciudades como Belfast los barcos industriales de vapor fueron sustituidos por los gigantes cruceros. El famoso Titanic, el barco más grande del mundo en su época, fue construido en la ciudad en 1912. Hoy en día, cien años después, el museo del Titanic se ha convertido en uno de los principales atractivos turísticos de la ciudad.

El Titanic fue consecuencia de la Revolución Industrial que se inició en el Reino Unido a finales del siglo XVIII. El capitalismo industrial, como nueva forma emergente de sistema socioeconómico, se fue expandiendo rápidamente por los países occidentales.  El Imperio Británico dominaba el mundo, con colonias a lo largo del mundo y con una masa obrera cada vez más numerosa. Las industrias aparecieron y se dio inicio el proceso de urbanización e industrialización: miles de personas emigraron del campo a la ciudad en busca de pan, casa y trabajo.

Belfast fue una de esas ciudades, aunque presentaba unas características especiales, marcadas por unas profundas raíces históricas. En este sentido, a principios del siglo XVI, migrantes ingleses y escoceses iniciaron la colonización de la región del Úlster. Muchos de ellos se asentaron, trajeron consigo sus costumbres. En esos momentos, en Irlanda existía una tradición cristiana católica, diferente a la cristiana protestante de los colonizadores ingleses y escoceses.

Fuente: Wikipedia.

La región del Úlster se fue poblando rápidamente de protestantes, a la vez que se iba convirtiendo en una zona cada vez más próspera. Durante este proceso migratorio se fue gestando el sectarismo religiosoen la que las familias se asentaban con las cercanas a sus creencias -católicas o protestantes-, lo que fue dividiendo a la zona hasta el día de hoy.

En la actualidad, Irlanda del Norte sigue siendo un polvorín y la división sectaria sigue existiendo. La Revolución Industrial y la colonización del Úlster condicionaron enormemente a los acontecimientos sucedidos en el siglo XX, en los que por un lado se produjo la independencia de Irlanda en 1921 y por otro se vivió uno de los periodos más oscuros y sangrientos de su historia contemporánea europea: The Troubles.

Los cuarenta años que duraron siguen aún muy presentes en la vida de los habitantes. Las historias que uno puede escuchar suelen ser aterradoras. Nada más y nada menos que casi 4.000 muertos en un conflicto armado en uno de los corazones de Occidente. 

Tras la heroica independencia de Irlanda frente al Reino Unido el 24 de abril de 1921 después de disputas históricas, empezó otro periodo de la historia en las relaciones de estos dos países. Irlanda se constituyó como un estado republicano. Sin embargo, la zona de Úlster, es decir, el Norte del país, quedó en manos del dominio británico. 

A partir de allí, en Irlanda del Norte se constituyó un Parlamento propio bajo soberanía británica, dominado por los unionistas, concentrando prácticamente todo el poder(económico, judicial, político, etc.) en sus manos y excluyendo a la minoría católica. Por ejemplo, muchas de las nuevas industrias que se asentaban en la región se dirigían a comunidades habitadas por protestantes, mientras que las zonas católicas permanecían en la pobreza rural. Además, esas estructuras de poder eran reforzadas más aun por el papel del RUC (Royal Ulster Constabulary o Gendarmería del Úlster en español), la policía del país. La situación era muy desigual.

Desde los años veinte comenzaron a aparecer movimientos políticos que reivindicaban derechos para los católicos irlandeses, pero su influencia fue insignificante. Con la constitución de los estados del bienestar en Occidente tras la Segunda Guerra Mundial, una nueva generación de estudiantes católicos tuvo la oportunidad de acceder al sistema educativo, y lograron nuevas herramientas que sus padres no habían tenido, lo que les permitió comenzar a pedir un rol más participativo en la sociedad de Irlanda del Norte.

Se trataba de una generación con ganas de cambiar las cosas y luchar por la justicia social, formando parte de los movimientos estudiantiles durante los años 60 a lo largo del mundo, desde París 68 hasta Estados Unidos con el antimilitarismo y la lucha por la defensa de la comunidad afroamericana. Muchos de estos jóvenes formaron el NICRA (Northern Ireland Civil Rights Association o la Asociación por los derechos civiles de Irlanda del Norte en español) en 1967 por la defensa de sus derechos civiles.

Terence O’Neill, primer ministro de Irlanda del Norte desde 1963 hasta 1969, se acercó y puso énfasis en mejorar las relaciones entre ambas comunidades. Atendió muchas de las demandas propuestas por el NICRA, pese a la enorme oposición de la comunidad protestante. Paulatinamente, los católicos comenzaron a movilizarse y a practicar la desobediencia civil, siguiendo los pasos del Movimiento por los derechos civiles en Estados Unidos que defendían a los ciudadanos afroamericanos. 

Las seis demandas de la comunidad católica eran las siguientes:

Un hombre, un voto.

El fin del gerrymandering para producir una mayoría unionista.

Prevención de la discriminación en la asignación de puestos de trabajo del gobierno.

Prevención de la discriminación en la asignación de las viviendas.

La eliminación de la Ley de Poderes Especiales, que servía para mantener la estabilidad y la paz en caso de conflicto.

La disolución de la USC (Ulster Special Constabulary o Policía Especial del Úlster en español) casi completamente protestante.

La tensión iba creciendo hasta que definitivamente en 1969 estalló el conflicto. La guerrilla urbana dio inicio y las bombas comenzaron a explotar a medida que escalaba el conflicto. El IRA Provisional (Provisional Irish Republican Army o Ejército Republicano Irlandés Provisional en español) iba cogiendo fuerza y sumando adeptos. El IRA en sus orígenes había sido el brazo militar de la independencia de Irlanda. A partir de 1969 mutó para practicar la lucha armada bajo la idea del republicanismo irlandés, con la estrategia de ir debilitando al gobierno hasta hacerlo caer.

En este contexto, todas las fuerzas políticas se iban radicalizando, y por ende, las contradicciones recrudeciéndose. O’Neill había cedido sobre ciertas propuestas del NICRA, lo que desenbocó en una dura reacción por parte de los lealistas. En abril de 1969 grupos paramilitares protestantes hicieron explotar estaciones eléctricas y estaciones de agua. En plena crisis política debido a las elecciones generales del país de ese año, en las que se disputaban los unionistas pro o contra O’Neill, el primer ministro perdió las elecciones y se resignó, retirándose de la vida política.

Luego de estos actos se produjeron los disturbios en Bogside (un barrio de Derry, otro de los focos del conflicto) entre el 12 y el 14 de agosto, dando inicio al conflicto armado urbano. La escalada empezó allí y fue extendiéndose por toda Irlanda del Norte. Entre el 1969 y 1972 el país estuvo sumido al caos, llevándose consigo miles de bombas y muertos. El movimiento por los derechos civiles que había surgido durante los años sesenta desapareció. En ese momento entraron las tropas británicas en juego, tras la victoria de los conservadores en las urnas. La guerrilla urbana no cesaba y el ejército entró en combate para neutralizar, pero no pudieron frenar la escalada. 

Denominaciones básicas (la realidad es mucho más compleja) de las comunidades, según religión, proyecto político u etnia.

1)Católicos, republicanos o nacionalistas.
2)Protestantes, unionistas o lealistas.

El año 1972 fue posiblemente el más sangriento, con dos episodios especialmente dramáticos. Por un lado, el Bloody Friday (viernes sangriento) en Belfast, el 21 de julio con 9 muertos y 130 heridos. Por otro lado, el Bloody Sunday (domingo sangriento) en Derry, con 14 muertos. Durante ese año explotaron más de mil bombas en todo el país y murieron cientos de personas. 

El Bloody Friday Fuente: Belfastchildis.com

A partir de 1973, gracias al Acuerdo de Sunningdale, se comenzó un proceso para mitigar parcialmente el conflicto. En los siguientes años, The Troubles se basó en constantes negociaciones, amparadas por el gobierno británico, con el objetivo de convencer a los unionistas de compartir el poder con los nacionalistas. Los esfuerzos no dieron fruto y la violencia volvió. Llegó incluso a la República de Irlanda, con la explosión de tres coches bomba en Dublín y en Monaghan, atrocidades cometidas por parte de paramilitares unionistas, matando a 33 personas en 1974. Como consecuencia, el conflicto también se internacionalizó hacia Inglaterra, de mano de los republicanos. 

Seguidamente, los años ochenta estuvieron marcado por la entrada en escena de dos nuevos actores políticos. En primer lugar, Margaret Thatcher, “la dama de hierro”, ejerciendo de primera ministra del Reino Unido desde el año 1979. En segundo lugar, el ascenso del partido político Sinn Féin y las famosas huelgas de hambre, con especial énfasis en la figura de Bobby Sands, miembro del IRA que había sido escogido como parlamentario durante su estancia en la cárcel. 

Las huelgas de hambre empezaron en 1981 para luchar por recuperar su estatus de preso político. Los Diplock courts, unos juzgados especiales creados en 1974 en Irlanda del Norte,tenían el objetivo de criminalizar las actividades paramilitares, equiparando su estatus al de los delincuentes comunes. Definitivamente, las huelgas de hambre acabaron con 10 muertes por inanición de los prisioneros republicanos, provocando un gran revuelo en el país. 

Después de tales acontecimientos catastróficos, el Sinn Féin, liderado por Gerry Adams, comenzó a entrar en juego, presentándose en la Asamblea de Irlanda del Norte y ganando escaños -después de años boicoteando las elecciones- y superando paulatinamente al Partido Socialdemócrata y Laborista, el gran partido del bando nacionalista que rechazó la lucha armada para conseguir fines políticos. 

Más allá de lo sucedido en el seno de la sociedad de Irlanda del Norte, tanto el Gobierno del Reino Unido como el de la República de Irlanda comenzaron también procesos de negociación para poner soluciones al conflicto. Conocido es el Anglo-Irish Agreement (Acuerdo Anglo-Irlandés en español) de 1985, que subrayó la necesidad de una mayoría popular para realizar un cambio constitucional de tal magnitud como la unión a Irlanda. 

Durante esos años la tensión se fue rebajando, pero la violencia y las muertes siguieron presente, hasta la firma del Good Friday Agreement (Acuerdo del Viernes Santo), siendo el mayor esfuerzo hasta el momento, produciendo un pacto tanto de los partidos de Irlanda del Norte como entre Irlanda y Reino Unido. El acuerdo incluía aspectos de muchas índoles, desde la soberanía del país hasta los derechos civiles, pero siempre poniendo énfasis en la paz y en la posibilidad de compartir el poder entre católicos y protestantes en los quehaceres políticos del país.

Pese al acuerdo, ese mismo año se produjo un terrible atentado en la ciudad de Omagh por parte del IRA Auténtico (no del IRA Provisional, que había realizado que había presentado el alto el fuego), con 29 muertos y más de 200 heridos, en oposición al Good Friday Agrement.  La década de los 2000 estuvo marcada por un relativo periodo de paz, con pocos actos terroristas, aunque con índices de violencia que permanecen prácticamente hasta el día de hoy.