Tenerife con chicharreros

Junio 2016

La vida en Tenerife es más tranquila. Todo va más despacio. Es una especie condiciones climáticas propensas que se mezclan con el carácter isleño, relajado por el mar.  En la localidad en la que hospedo las montañas verdes me rodean. No hay rastro de un edificio alto. El aire es puro, la contaminación es escasa. El ambiente es realmente relajante.

Para cualquier urbanita, es un lugar donde agrades olvidarte del estrés. Después de un curso estresante, estudiando y trabajando, viviendo deprisa, este tipo de momentos obligatorios para la salud mental. Si no cambias tu rutina de vez en cuando, la monotonía te transforma en un ser aburrido.

De Tenerife solo me llevo buenos recuerdos. Me ha resultado una isla muy singular. El Teide es el mayor símbolo de la isla. Es un gran volcán situado en el centro de la isla, que alcanza los 3700 metros, convirtiéndose en el pico más alto de España. Es el tercer volcán más alto del mundo. El parque nacional del Teide ocupa todo el centro de la isla. Estuvimos casi un día entero por ahí; las vistas son magníficas. Todo volcánico, con parecido a un paisaje lunar. Me llevé un par de pedruscos pequeños. 

Probando el delicioso orujo de cáñamo

Otros de sus símbolos es el feroz presa canario (un poderoso perro de guardia), los carnavales (los mejores del mundo después de los brasileños), los guachinches (los bares típicos con comida tinerfeña) y la lucha canaria (un estilo de grappling), entre otras. 

Además el salserío y la amabilidad de su gente son contagiosos. Los plátanos, con extensas plantaciones que alimentan a medio país; los guanches, los antiguos pobladores de la isla -no es hasta la conquista de las islas canarias por parte de España en el siglo XV los españoles llegan a la región-, con orígenes bereberes y representando como guerreros en las estatuas; y el gofio, un cereal que proviene de la harina quemada. Y podría continuar con todo lo aprendido esta semana. 

En esta ocasión, en un viaje con mis amigos de toda la vida, hemos la oportunidad de dormir en la casa de auténticos tinerfeños, los abuelos de uno de mis amigos, en Tegueste, en una casa grande, bonita, colorida, con viñas y un enorme presa canario custodiando el terreno. Ha sido un turismo más real, más autóctono, más canario, más chicharrero. 

En esta ocasión he sustituido el mochilerismo por un coche de alquiler, la comida basura por la gastronomía tinerfeña y el agua de la fuente por licores y vinos caseros. La gran ventaja de este viaje ha sido el conocimiento profundo de la isla, sobre todo del norte,

El gran contraste climático de la isla es impresionante. El norte tiene un clima más frío y húmedo, con lluvias y nieblas. El paisaje que tenía desde la casa era todo verde, con muchísima vegetación. Estaba situado en la Panza de Burro, un fenómeno meteorológico que empuja los Vientos alisios permitiendo crear una neblina que produce una sensación de frescura, con 14-15º por la noche. Por otro lado, el sur es una historia completamente diferente, siendo caluroso, turístico y masificado, donde abundan los recintos hoteleros para acoger a la demanda de sol de los británicos y los alemanes.

Son dos caras completamente distintas divididas por el Teide. Mientras que en el norte llueve, en el sur hace un sol radiante. En Tenerife el tiempo está loco y puede experimentar grandes cambios en un día. Pero sin preocupaciones, si te apetece sol puedes ir a la otra punta sureña en una hora de trayecto.  

La comida en Tenerife es buena y variada. Durante los días que he estado el empacho ha sido constante, así como el consumo de alcoholes caseros hechos por la familia de mi amigo en el huerto. La dieta chicharrera se compone por una gran cantidad de frutas, principalmente la papaya y el plátano, de las cuáles se hacen batidos.También tiene patatas fritas y bastante carne. 

Comimos en algún que otro guachinche y probamos las arepas, el lechón, las papas locas y un largo etcétera de sabrosas comidas. El picante les encanta, siendo el mojo picón la salsa más representativa de la isla. En esa isla te cebas con mucha facilidad gracias a la amabilidad de sus abuelos, que nos obligaban literalmente a comer cantidades inhumanas. La cerveza Dorada abunda y tienen buen ron y licores dulces. 

Dicen que el acento canario es el más sexy de España y que las canarias son las más guapas; lo corroboro totalmente, tienen una belleza exótica. Los chicharreros tienen un acento curioso, situado bajo mi punto de vista entre el andaluz y el latino. Tienen pronunciaciones famosas como el muyayo (muchacho) o el coye (coche). Pero lo curioso son sus misteriosas palabras. Desde la guagua (el autobús), pasando por los guachinches, la garimba (cerveza) y mil palabras y otras frases hechas. También tuvimos la oportunidad de conocer a Jose “El Loco”, un amigo del abuelo, probablemente la persona más extrovertida y divertida que he conocido. Cada segundo era un chiste.

Los tinerfeños llaman a sus quedadas informales tenderetes, lugares para sociabilizar, comer y beber. Una especie de guateque. En la isla mucha gente vive en casas y eso lo hace más fácil, aunque a la vez te obliga a coger el coche para todo. El transporte público es deficitario. 

En lo que concierne al recorrido que realizamos, visité el Siam Park, el mejor parque acuático del mundo según TripAdvisor. También fuí al Loro Parque, un zoológico enorme. Ambos sitios pertenecen a uno de los magnates de la isla, Wolfgang Kiessling, un poderoso alemán enamorado del lugar. También visite el Acantilado de los Gigantes, Candelaria, Garachito, Puerto de la Cruz, las montañas de Masca (increíbles y muy peligrosas para conducir), la playa de los Cristianos, La Laguna (ciudad universitaria) y algunas piscinas naturales (muy recomendables y frías). De hecho, al volver de fiesta de Santa Cruz fuimos al charco de Jover a las 8:00 de la mañana.