Agosto 2015
El mundo está lleno de lugares preciosos, y muchos de ellos están más cerca de lo que creemos, en nuestros propios países o en los vecinos, sin necesidad de irse al fin del mundo. Hay una historia y una cultura diferente en cada lugar, y cada una de ellas nos ayuda un poco mejor a entender nuestro planeta.
También está lleno de personas maravillosas -un adjetivo perfecto para calificar a la gente mientras se viaja- que te pueden ayudar en los momentos más difíciles cuando crees que no quedan opciones.
Una de las experiencias más bonitas de viajar es la gente que vas conociendo y te va acompañando en el trayecto. La mayoría acaba siendo efímeros, aunque esa acaba siendo la esencia de viajar: el movimiento. Aprender de la vida y la historia de cada uno de los peregrinos, trotamundos, viajeros y aventureros que te encuentras por el camino puede ser radicalmente diferente a la nuestra, pero cuando se viaja, se une místicamente.
Viajar muchas veces es jugársela. Sacar unos pequeños ahorros y decidir mediante las preguntas del periodismo: ¿Dónde? ¿Qué? ¿Cómo? ¿Cuando? ¿Por qué?. Aunque las respuestas a esa preguntas nunca las llegas a encontrar. Si tienes la oportunidad de hacerlo, no lo dudes. Es mucho más barato de lo que creemos, aunque obviamente el dinero importe.
Vivimos en un mundo que nos ata y muchas veces no nos deja prosperar. El trabajo, la familia, las relaciones, las vacaciones en el pueblo. Muchas de estas razones no nos dejan viajar. No nos permite desconectarnos de la estresante vida cotidiana.
Viajar es una nueva filosofía a incorporar. La filosofía del viajero, del explorador, del descubridor. De las ganas de ver mundo. De coger tu mochila y partir. De ir siempre con optimismo. De improvisar y planificar.
Viajando aprendes a valorar cosas en que en nuestra vida cómoda-occidental tenemos diariamente. Algo tan sencillo como una ducha caliente o unas lentejas. Así que si tienes miedo de la higiene, de la mala alimentación, de tener que buscarte la vida, de no maquillarte y de no ir al gimnasio, viajar será muy difícil para ti. Aunque no lo creas, desconectar de ese mundo ser más fácil. Al fin y al cabo, sobrevivir es lo primero. Y no nuestras estúpidas adicciones impuestas por el sistema.