Enero 2015
El periodista briánico Owen Jones ilustra a la perfección la demonización de la clase obrera existente en el Reino Unido actual mediante su libro Chavs.
Chav hace referencia a esa subcultura de la clase trabajadora formada por jóvenes vagos y maleantes y sin aspiraciones.
El término se ha popularizado enormemente e incluso ha sido nombrada por clase política británica y ciertos sectores de la clase media. Es utilizado en los medios de comunicación con un tono peyorativo.
En España sería el equivalente al Kinki y en Rusia Gobnik.
En el statu quo propagandístico, desde los medios de comunicación hasta los dos partidos principales británicos, han promocionado ideas como el «cada uno tiene lo que se merece» o el «todos somos clase media» obviando los diferentes orígenes socio-estructurales y la desigualdad de oportunidades.
Los chavs han acabado siendo la chusma de la sociedad.
En la televisión, sin embargo, no explican que la identidad de la clase trabajadora británica fue asesinada con la llegada de las políticas thatcheristas y el beneplácito del Partido Laborista.
El proyecto de la dama de hierro, convertir a Gran Bretaña en un país de «finanzas y servicios», tuvo repercusiones en la economía industrial, donde trabajaba la clase trabajadora británica.
Estas comunidades fueron asediadas por el paro y la miseria, y consecuentemente cayeron en la marginalidad.
Owen Jones ha hecho un enorme esfuerzo por conocer por dentro este discurso estereotipado contra un colectivo cada vez más débil y descompuesto.