La comida en Georgia y las supras

Mayo 2019

La gastronomía georgiana es exquisita.

El estilo de comer georgiano es comer mucho, beber mucho y pasar largas horas charlando y celebrando. 

Las comidas en Georgia, como en otras partes del mundo, tienen un componente ritualístico

En este pequeño país es especialmente popular las llamadas supras, un banquete amistoso acompañado de reflexión. La supra es celebración en estado puro, en la que el Tamada ejerce de líder espiritual dirigiendo el simposio mediante discursos que apelan a temas comunes como la familia, las amistades, el amor o el tiempo.

El o la Tamada tiene que tener grandes habilidades comunicativas.

En medio de una supra.

Después de cada discurso se bebe vino (la bebida nacional) y se brinda con los camaradas de tu alrededor. Pero durante el discurso está prohibido beber y se tiene que mostrar interés por el intelocutor.

La celebración consiste en hablar de los tópicos propuestos por el líder, aunque también se tiene la posibilidad de hacer un discurso e introducir otro nuevo tema. Mediante el “Alaberdi”, un cuenco con vino, el Tamada puede inducirte a hacer un gran discurso.

Y un punto importante: tienes que estar constantemente bebiendo alcohol, para así demostrar tu resistencia. 

En las supras se muestra la comida tradicional georgiana, que la resumiría en su gran uso de queso, pan y sal. Y por ende, prácticamente ausencia de dulce.

Se trata de una gastronomía realmente sabrosa y variada que incluye también diferentes vegetales como el pepino y el tomate, los champiñones y la sabrosas berenjenas rellenas llamadas Badrijani. Estas últimas son espectaculares y tienen un sabor parecido al pesto. 

Más allá de esto existen las conocidas recetas georgianas.

En primer lugar tenemos al Kachapuri. Una vez oyes su nombre ya no lo olvidas, y suele ser un motivo de bromas que hacen los extranjeros como yo. El kachapuri es un tema de conversación recurrente. Se puede preparar de varias maneras, pero básicamente es pan con queso y mantequilla.

Placer.

Existen kachapuris diferentes en cada región georgiana, pero el más conocido es el Adjarian, que consiste en una masa de pan en forma de barco con queso, mantequilla y un huevo frito. Se come mojando el pan de los bordes. Cuesta unos dos o tres euros aproximadamente, dependiendo el tamaño que escojas (pequeño, mediano, grande o titánico).

Existen otros tipos de kachapuri como el Imeretian (con forma de pizza) y el Rachian (con judías en el interior). El kachapuri es brutal. Es goloso, bestial y bastante pesado. 

Luego abundan, ya en calidad de más gourmet, los Khinkalis, que suele ser más cautivador y menos intenso que los kachapuris.

Kinkahli, mi comida georgiana favorita.

Son una especie de empanadillas o raviolis con relleno por dentro, con carne, champiñones o queso, condimentados con un poco de pimienta antes de consumirlos. Se abren por los laterales con un mordisco, permitiéndote beber el líquido que llevan dentro, como una especie de mini sopa. 

Otra de las comidas clásicas es la Churchkhela, un curioso dulce de forma alargada con frutos secos (nueces principalmente) en el interior, con una masa de azúcar, harina y zumo de uva rodeándola. Es el snicker georgiano, también presente en Armenia, Azerbaiyán, Rusia, Turquía, Chipre y Grecia. 

Respectos a las bebidas, el alcohol tiene suma importancia, en los que destaca el vino, la bebida por antonomasia georgiana. La región lleva produciendo vino desde hace miles de años.

En Georgia consumía vino mediante garrafas de 5 litros de vino blanco o tinto, siempre a temperatura ambiente.

También es popular la cerveza, comprada en botellas grandes de plástico, el chacha (vodka georgiano) y la el coñac. 

Por último, y ya no alcohólico, son las sabrosas limonadas de colores. Mi preferida es la verde, de estragón, pero tienes de sabores como crema o pera.