Enero 2019
“Rumbo a Tartaria” de Roberto J. Kaplan es el libro que me ha acompañado estas navidades, en las cuales he estado en Atenas (2 semanas) y en el norte de Marruecos (5 días). Me esperaba literatura de viajes pero me he encontrado un tratado geopolítico de alto nivel. Hacía tiempo que no me leía un ensayo de 500 páginas al completo. La mayoría de libros se suelen dejar a la mitad.
Su obsesión por la democracia, el libre mercado y el sistema de valores occidental marcan la ideología neorrealista de Kaplan que, junto a extensas referencias bibliográficas, precisos análisis de contexto histórico y testimonios de alto nivel, retrata un panorama bastante desolador para Oriente Próximo.
El estadounidense pasa por Rumanía, Bulgaria, Turquía, Siria, Líbano, Jordania, Israel, Georgia, Armenia, Azerbaiyán y Turkmenistán.
Sus descripciones me dejaban boquiabierto. Dibujaba a Rumanía como un pueblo inculto y sin innovación debido al comunismo, y a Bulgaria como un estado dominado por las mafias de chulos. A Turquía como un estado anticuado y a Siria como una extrema dictadura pro Assad. De Jordania habla bastante bien, y de Israel hace un ejercicio casi biográfico. Luego relata las disputas del Cáucaso y acaba cruzando el Caspio hasta llegar a Turkmenistán.
Robert Kaplan es un autor de resonancia internacional. Ha sido nombrado en 2011 y en 2012 como una de las personas más influentes del mundo según Foreign Policy y ha publicado libros como “La anarquía que viene” o “La venganza de la geografía”.
Kaplan visitó estos países a finales de los años noventa. Hoy en día la situación ha cambiado enormemente.
Los Balcanes y el Cáucaso se han recuperado parcialmente. Sin embargo, Siria ha quedado destrozada, tal y como pronosticaba el autor por esas épocas.
El libro me ha despertado muchas inquietudes y ahora espero embarcarme en clásicos de los exploradores del pasado, como Herodoto, Tucídides, Marco Polo y Batuta, entre otros.