Septiembre 2020
La llamada de lo salvaje (1903) de Jack London es un libro de aventuras del perro Buck. Tras la fiebre del oro estadounidense, en la que miles de personas fueron en busca de ese tesoro, el perro se ve forzado a cambiar su vida civilizada en San Francisco por el frío y la inanición del Yukón: “lo habían extirpado del corazón de la civilización para precipitarlo al de las cosas primitivas”, dice el autor.
Buck es un perro grande y fuerte, acostumbrado al descanso y a la holgazanería, pero el Yukón le hace endurecerse y enfrentarse a la muerte. A partir de allí, Buck empieza un proceso de aprendizaje a base de sufrimiento y supervivencia, recibiendo garrotazos de humanos, caminando miles de kilómetros sin prácticamente alimentos y protagonizando constantes peleas con otros perros.
El perro se va volviendo cada vez más poderoso, más primitivo, territorial, inteligente e indomable, hasta que un día recibe la “llamada de lo salvaje”; su regresión, su vuelta al estado natural, es decir, a convertirse en un animal salvaje. Buck tiene una visión que le hace volver a su histórico pasado lobuno, y decide guiarse por esa llamada. Así pues, el sobrenatural perro, que proviene de un contexto privilegiado, se acaba convirtiendo en “lobo” tras su lucha encarnizada por la existencia en esas tierras norteñas. Frente al “dominar o ser dominado” o el “do or die” de la cultura estadounidense, Buck escoge ser salvaje.
La llamada de lo salvaje es un libro apto para todas las edades; ¡también se lee en las escuelas! La historia está inspirada en las aventuras de Jack London siendo buscador de oro. El mensaje principal es la lucha por la supervivencia en un contexto hostil, pero la idea de recibir una llamada para ir a lo salvaje también es muy interesante.