Octubre 2020
La insoportable levedad del ser (1984) es la novela más conocida del escritor checo Milan Kundera. Se trata de un libro bastante peculiar, que combina el mundo del amor y de las relaciones con la frágil situación política que sufrió Checoslovaquia tras la llegada de los rusos en la Primavera de Praga (1968). En esencia, “la insoportable levedad del ser” es un canto a la libertad de conciencia en todos los aspectos.
Kundera ofrece, a través de capítulos cortos, las historias de amor de Tomás, un cirujano libertino, y su pareja Teresa, una camarera–fotógrafa con problemas de celos y con una extraña relación con su madre. Además, también son relevantes el papel de la pintora Sabine, amante de Tomás, Franz, amante de Sabine, y el perro de Teresa, Karenin, que juega un papel fundamental en el desenlace de la obra. La vida cotidiana –centrada en el amor– es el motor de la novela, por lo que es fácil sentirse identificado con muchas de las situaciones, y además, el escritor plantea importantes cuestiones filosóficas, como el complejo de Edipo, el eterno retorno de Nietzsche y “la insoportable levedad del ser”, un concepto con el que aún me estoy peleando. Digamos que cada uno de los personajes ilustra un grado diferente en la levedad del ser.
Este mundo amoroso y existencial que describe Kundera, a veces pasional y otras dramático, se ve enturbiado por la Primavera de Praga y los tanques soviéticos. Cada uno de los protagonistas tiene una opinión diferente del socialismo, pero en general la tendencia es el rechazo, y algunos se ven forzados al exilio debido a la creciente represión. Las relaciones se van volviendo más tensas con el paso de la novela, al igual que la situación política, que afecta de lleno al reputado cirujano, ya que por una pequeñez es condenado al ostracismo. Teresa se acaba preguntando: ¿Qué es lo que nos ha llevado a la insoportable levedad del ser, el socialismo o el amor (abierto)?
De esta buena novela –bajo mi punto de vista un poco sobrevalorada– se pueden extraer enseñanzas muy interesantes que giran en torno al peso y a la levedad, a lo que damos y aguantamos por la gente, a nuestra valiosa desnudez, a nuestro estatus social, a nuestras (¿necesidades?) sexuales, a la mirada libre y abierta del amor. El peso es mínimamente necesario, ya que si optamos por la levedad –insoportable por naturaleza– acabamos condenados al vacío existencial.