La emboscadura (1951) de Ernst Jünger

Junio 2020

La emboscadura (1951) del filósofo alemán Ernst Jünger es un extraño ensayo filosófico basado en capítulos cortos, que trata sobre la idea de la “emboscadura”, el acto de huir e irse al “bosque”. Publicada tras la Segunda Guerra Mundial, la esencia de la obra es el papel del “hombre singular soberano” frente a las masas; de su libertad frente al miedo; del poder del individuo frente al colectivo. Como digo, es un ensayo filosófico, muy ético, rarísimo e inclasificable, y apenas he encontrado información ni reseñas en Internet. Hay tan solo un ejemplar en Barcelona que fui a recoger a la biblioteca del Carmelo.

A primera vista, la emboscadura parece una divagación del autor, pero con el transcurso de la lectura -que me iba dejando atónito- se iba desarrollando un hilo conductor. Pero al tratarse de capítulos tan cortos y a la vez tan variados, me perdía constantemente. La primera parte trata ligeramente sobre la farsa de la democracia y de las elecciones; cuando en un sistema dictatorial todo el mundo vota “sí”, votar “no” es un problema enorme, pero cuando el“no” se convierte en un acto consciente, libre y rebelde, el hombre se embosca.

El emboscado sale “del mundo vigilado y dominado por la estadística, y se pregunta si la persona singular soberana es lo bastante fuerte como para poder correr tal riesgo”. ¿Es realmente posible tomar un camino diferente en nombre de la libertad? El emboscado es un individuo aislado, pero no en un sentido ascético. El emboscado no romantiza el hecho de irse a los “bosques”. El emboscado va en busca de una libertad “atemporal”, de aquella libertad que siempre ha existido en los humanos, ya que el bosque es “sobretemporal”.

Mientras vas avanzando en la lectura, la emboscadura se transforma en una lucha contra el miedo, en un manual para sobrevivir al mundo de la post Segunda Guerra Mundial, en el que la “técnica” se lo lleva todo por delante; pero no debe entenderse a la emboscadura como “una forma de anarquismo dirigido contra el mundo de las máquinas”. Jünger va tratando temas muy diversos desde la perspectiva de la “emboscadura” como las armas, el nihilismo, el poder, la existencia, la propiedad… En definitiva, parece que el emboscado es la fuerza creadora en el mundo “técnico”. Dice Jünger que “vivimos en unos tiempos en que resulta difícil distinguir la guerra de la paz”, y frente a la sociedad de masas, “el auténtico problema está, más bien, en que una gran mayoría no quiere la libertad y aún le tiene miedo”.

Dicho esto, no estoy seguro de haber hecho la lectura idónea, pero seguiré leyendo al gran Jünger, uno de los autores más interesantes y eclécticos del siglo XX. Aunque este libro no lo recomendaría en exceso.

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