Eye in the sky y la política exterior

Noviembre 2016

Hace unos días fui con unos colegas a ver al Cinema Texas la película “Eye in the sky”, de Gavin Hood, con actores de renombre como Helen Mirren, Alan Rickman y Aaron Paul. La película es excelente.

La sinopsis, haciendo un copypaste de Filmaffinity es la siguiente:

La coronel Katherine Powell (Helen Mirren), una oficial de la inteligencia militar británica, lidera una operación secreta para capturar a un grupo de terroristas en Nairobi, Kenia. Cuando se da cuenta que los terroristas están en una misión suicida, ella debe cambiar sus planes de ‘capturar’ por ‘matar’. El piloto estadounidense de drones Steve Watts (Aaron Paul) recibe la orden de destruir el refugio donde se hallan los terroristas, pero una niña de nueve años ingresa en la zona donde podría ser herida.

Eye in the sky es un claro ejemplo de análisis en política exterior. Mediante unas teorías que se llaman Modelos de Rango medio, podemos intentar analizar cómo actúan los estados en el exterior de acuerdo a sus dinámicas internas.

Existen 4 modelos. En primer lugar tenemos el modelo del actor racional, que explica que los estados toman sus decisiones de acuerdo al principio de maximización de utilidad (coste-beneficio de cada acción). En segundo lugar, el de política burocrática, que interpreta a las decisiones debido a unas pautas de comportamiento organizacional (que ocurre -disputas, negociaciones y alianzas- en el interior de las administraciones). En tercer lugar, tenemos el modelo individual, centrado en la psicología de los individuos que toman las decisiones (los líderes) Por último, el modelo societal, que pone énfasis en los factores socioculturales e históricos (hábitos de pensamiento, actuación y tradición de los estados)

Eye in the sky puede ser perfectamente analizada mediante estos estándares.

El modelo del actor racional nos muestra el dilema de si el gobierno británico debe tirar un misil con su dron a una casa dónde están algunos de los terroristas más buscados de África, en el que habrá daños colaterales como una niña pequeña que se pone a vender pan justo en frente de la casa, rompiendo los esquemas de los decisores.

En esos momentos, se plantean varios debates bajo una lógica coste-beneficio.

  1. Oportunidad única de matar a esos terroristas los cuales llevan buscando más de 6 años.
  2. Cálculos de daños colaterales. Constantemente van calculando lo que supondría el impacto del misil.
  3. Poder mediático VS legitimidad política. Matar a una niña como “daño colateral”. En el caso que se filtrase a los medios de comunicación supondría un gran impacto en la opinión pública.
  4. Matar a unos terroristas que se están armando en la casa para un futuro atentado y a una niña o no matar a nadie (lo que supondría dejar escapar a esos potenciales terroristas).

Respecto al modelo burocrático vemos el entramado organizativo de la decisión, en la que participan varios niveles de la administración.

  1. La mesa de altos funcionarios, el ministro de defensa (Jeremy Northam) y el jefe del ejército (Alan Rickman), que mandan sobre la jefa de inteligencia.
  2. La jefa de inteligencia (Helen Mirren) y su escuadra, que mandan sobre los pilotos.
  3. Los pilotos a control remoto del dron (Aaron Paul y Phoebe Fox), que son los ejecutores de la acción.

Todos estos niveles están interrelacionados y se comunican mediante voz y mensajes. Se muestran las disputas y las negociaciones entre los diferentes niveles, que evolucionan hacia situaciones más tensas. Desde el nivel más alto, un grupo formado por cinco altos funcionarios negocian constantemente sobre la decisión e incluso tienen que hacer llamadas a otros altos funcionarios del gobierno, planteando incluso la consulta al presidente. Mientras tanto, el nivel dos ejerce de interlocutor entre el uno y el tres.

images
¿Tirar o no el misil?

También podemos observar las posturas en la administración. Los altos militares, como el jefe del ejército y la comandante, tienen una visión más racional y son partidarios del ataque independientemente de la niña.

Los otros altos funcionarios se muestran más “humanitarios” y alertan de la posible violación del derecho internacional y del impacto mediático.

Los ejecutores son los que viven en carne viva la situación ya que son los encargados de lanzar el misil. Las tensiones entre los diferentes niveles condicionan sumamente la decisión.

En tercer lugar, el modelo individual resulta clave para el análisis de la psicología y la biografía histórica de cada uno de los decisores. Veamos la descripción psicológica:

Nivel uno: altos funcionarios

  1. Ministro: poca idea de la cuestión, muchas dudas, necesita consejos y le falta convicción. No se ve preparado, muestra debilidad.
  2. Jefe del ejército: impasible, duro, racional, con experiencia.
  3. Alta funcionaria: muestra humanidad, conocimiento del derecho internacional, intenta evitar la decisión.

Nivel dos: jefa de inteligencia

  1. Helen Mirren: parecido al jefe del ejército, contundente, racional.

Nivel tres: pilotos

  1. Piloto 1: debilidad, humanidad, manipulado, parecido a su papel en Breaking Bad. Está en el ejército para pagarse la universidad.
  2. Piloto 2: debilidad, no tan expresiva, poco tiempo en el ejército.

La mente humana es también imprescindible para las decisiones en política exterior. Observamos que los altos militares se muestran impasibles, haciendo de erizos (simplifican la realidad y se centran en su concepción del mundo) y otros personajes muestran más humanidad o dudas.

Por último tendríamos el modelo societal, que vendría a explicar cómo las prácticas históricas han acabado determinando en la decisión. Para ello tendríamos que ver las decisiones que ha tomado el estado británico a lo largo de la historia.

La niña acaba muriendo en el hospital y volvemos a la misma historia: tenemos poderosas herramientas para explicar y cambiar la realidad pero siempre acaban muriendo los mismos, los pobres.

Deja un comentario