Agosto 2016
El clima cubano se conoce técnicamente como subtropical moderado y se caracteriza por la humedad y unas temperaturas elevadas durante todo el año, pero con dos estaciones marcadas: el llamado verano, la temporada que se extiende de mayo a octubre, más lluviosa y con los termómetros rondando constantemente los 30º, y el inverno, más seco y un poco más fresco, aunque las temperaturas rara vez bajan de los 20º.
La temporada alta de turismo tiene dos picos que condicionan los precios: uno en invierno, época en la que los canadienses comienzan a llegar, y otro en verano, cono turismo más europeo. El calor te anula.
El tiempo en La Habana era muy pegajoso -dabas un paso y te ponías a sudar-, mientras que en Santiago, en el sur, era mucho más seco. Las lluvias tropicales impresionan, me imaginaba a Dios tocando los tambores del apocalipsis. La época de huracanes y ciclones (de junio a noviembre) pone en alerta al país pero no colapsa su día a día, ya que disponen de protocolos y están acostumbrados. Una mujer me comentó que los ciclones son lo mejor para el cubano puesto que le permite estar tres días sin trabajar.
El paisaje es selvático en su totalidad y, más allá de La Habana y Santiago, es todo prácticamente rural. En época precolombina toda la isla estaba cubierta por bosques densos, pero con la llegada de los españoles se comenzó a deforestar y urbanizar paulatinamente. Las plantas crecen a una velocidad increíble, por lo que te encuentras árboles enormes y una vegetación descontrolada
Es una isla muy bonita, “la tierra más hermosa que ojos humanos hubieran visto”, tal y como dijo Colón al desembarcar en la isla el 28 de octubre de 1492. Además de la selva, uno puede disfrutar de playas preciosas, con aguas cristalinas y arena fina. En la isla apenas hay montañas elevadas, limitadas al sur con Sierra Maestra, y los ríos son cursos pequeños y de pocos kilómetros. La única zona desértica está en una parte de Oriente. Todo es verde.
Me sorprendió la cantidad de perros que hay sueltos por la calle. La mayoría de ellos fueron abandonados y ahora vagabundean por pueblos y ciudades, buscando algo que echarse a la boca. Suelen ser pequeños, sucios y pulgosos, con cara triste y esperando recibir la hospitalidad de algún humano, que difícilmente llega. Vi algunos muy delgados pero otros gordos.
Por Cuba también uno puede ver carros a caballo, sobre todo en ambientes más rurales, y vacas, gallinas, cerdos, etc. La cantidad de buitres que hay rondando por las ciudades también impacta. Y en general hay muchos bichos molestos.