Noviembre 2017
Cuando uno pasea por las calles de Edinburgo o cualquier lugar del Reino Unido le sorprenderá la cantidad de tiendas de segunda mano que hay, llamadas charities.
El mercado de la segunda mano parece estar mucho más extendido que en España, en el que ni el extinto cashconverters (conocido por arruinar a la gente) y wallapop, consiguen ofrecer unos precios tan baratos como los que hacen las charities.
Puedes correr el riesgo de caer en el consumismo de segunda mano. Si lo realizas de manera exacerbada, es consumismo igual, pero estás evitando una nueva producción. Es, para los jóvenes y los austeros, la mejor manera de encontrar cosas a buen precio sin contribuir a las lógicas del sistema capitalista.
Este mercado también se encuentra, en muchos casos, en una burbuja contaminada por eso que llaman vintage. Es sabido, por ejemplo, que comprarse un Seat 300 es muy caro porque se le considera una antigüedad y, por tanto, es una pieza de coleccionista. Si la segunda mano está de moda, prepárate para pagar más.
Literalmente, en Edimburgo hay más charitys que supermercados. Realmente es muy barato en comparación a la primera mano y puedes encontrar prácticamente de todo. Desde ropa, pasando por libros, CDs y DVDs, hasta muebles y utensilios por el hogar. La gente aquí se deshace más de las cosas sin esperar nada a cambio. Una mezcla entre la tradición anglosajona y el mayor nivel socio-económico que tienen.
Con el auge de los supermillonarios desde los inicios del siglo XXI, una práctica llamada filantropía comenzó a extenderse rápidamente. A grandes rasgos, la entendemos como a esas donaciones que se realizan para soliviantar los problemas que afectan a una sociedad, realizadas por la gente rica.
Hoy en día, la filantropía se ha convertido en un poderoso actor internacional, en el que los supermillonarios, mediante sus fundaciones, influyen masivamente y contribuyen a la cooperación internacional al desarrollo.
Las charities se basan en principios filantrópicos, o eso parece. La gente está de voluntaria. La más famosa se llama Salvation Army ¿Pero qué hay detrás de todo esto?